Muchas personas actualmente viven en un pasado que no les permite avanzar, viven lamentándose de las cosas que no hicieron y no pudieron lograr.
Lo mas triste es que cada uno tuvo la oportunidad de elegir y sin embargo hoy se dan cuenta que eligieron mal y piensan que no hay solución.
Algunos se lamentan de su matrimonio que tienen varios años y hoy se están separando por una u otra razón, le llaman problemas matrimoniales.
La verdad es que no hay problemas matrimoniales, sino problemas personales.
Algunos se lamentan que en sus negocios las cosas están saliendo mal y no hallan la formula para salir adelante.
Otros se lamentan de no haber terminado esa carrera universitaria y piensan que si la hubieran terminado su vida sería diferente.
Otros están como el famoso personaje Calimero diciendo: “¡No es justo! ¡Qué injusticia!” o “¡nadie me entiende!”.
Viven quejándose porque las personas no son como ellos y están solos.
Cada una de estas situaciones son asuntos de cambio.
La vida cambió, nuestras relaciones cambian, el trabajo cambia, vivimos en época de cambios donde necesitamos aprender a renovarnos para poder vivir y disfrutar todo lo que hacemos.
“Cuando ya no somos capaces de cambiar una situación, nos encontramos ante el desafío de cambiarnos a nosotros mismos.” Victor Frankl
Para que la vida siga hace falta renovación. Para la vida del ser humano, la renovación es imprescindible. Si no somos capaces de renovarnos a los cambios, sufrimos y perecemos.
La ansiedad, el estrés y la depresión por ejemplo, son un aviso de nuestro cerebro de que hay algo en nuestra vida que necesita ser renovado, cambiado..
Una crisis, del estilo que sea, suele reflejar la necesidad de hacer una renovación, de movernos en una nueva dirección.