Violencia.
¿Por qué nos admiramos y escandalizamos de que haya tanta violencia en todas partes, como si fuera algo surgido por casualidad?
Deberíamos saber muy bien que cuando se deja a Dios de lado, cuando a los niños no se los instruye en la religión, no se les habla de Dios, es lógico que se hagan como bestias.
Los gobiernos, los políticos, buscan erradicar la violencia, pero se cuidan muy bien de buscar donde deberían buscar la solución, en la enseñanza de la Religión Católica.
Y es lógico que sea así, pues la mayoría de los presidentes y políticos de nuestros tiempos, quien no es marxista, es masón, y quien no es algo de esto, al menos es materialista y ateo y desprecia lo espiritual.
Cuando uno se burla de Dios y de sus cosas, es lógico que las consecuencias no se hagan esperar, porque como dice la Sagrada Escritura, de Dios nadie se puede reír impunemente.
Todos los poderosos de la tierra se han confabulado para quitar de en medio a Cristo y a su Iglesia, y por eso vemos cómo cada vez más se promueven leyes inicuas con uniones de homosexuales, abortos, eutanasia, y miles de otras aberraciones.
Pero Dios no puede menos que reírse de esta humanidad que se ha alzado contra Él. A su tiempo les hablará en su furor y los dispersará como cascarilla al viento.
Al menos nosotros abramos los ojos y no nos hagamos eco de lo que dice la prensa y la televisión, que muestra las consecuencias, es decir, la violencia, pero se cuida muy bien de decir cuál sería la solución.