Señor, ilumina la mente de nuestros hijos para que conozcan el
camino que tú has querido para ellos, para que te puedan dar gloria
y alcancen la salvación. Sosténlos con tu fuerza, para que alienten
en su vida los ideales de tu Reino. Ilumínanos también a nosotros,
sus padres, para que les ayudemos a reconocer su vocación cristiana
y a realizarla generosamente, colaborando con tus inspiraciones
interiores. Amén.