Si pones a Dios en el primer lugar de tu vida, Él te dará todas las fuerzas que necesitas y te ayudará a seguir adelante, venciendo cada dificultad. Verás cómo todas esas trabas que demoraban tu bendición, quedarán destruidas para siempre y nada podrá detener las sorpresas que Dios quiere darte, pues su Poder no tiene límites y su bondad no conoce de fronteras ¡Confía!