¡Los momentos difíciles no son eternos!
Son como tempestades, sólo duran un momento.
Mira hacia atrás y ve cuantas cosas peores ya pasaste y superaste.
Algunas veces necesitamos las tribulaciones en nuestra vida para hacernos madurar.
Cuando estés triste,
mira al cielo y fíjate. ¡Cuán grande es!
Si Dios fue capaz de crear el cielo, ¡Imagínate resolver tus problemas … que son tan pequeños comparados con una obra tan grandiosa como es el cielo!
Haz como los atletas de las Olimpiadas.
Aunque no consigan llegar en primer lugar, ¡luchan por llegar hasta el fin!
Por lo tanto, no desistas de tus ideales.
LUCHA HASTA EL FIN,
NO DESISTAS
A LA MITAD DEL CAMINO,
DI: “¡YO VOY A VENCER!”
Si estuvieras triste, ¡llora!,
¡alivia el alma!
¡Jamás dejes que la tristeza
te venza!
Jesús dice:
“¡ALEGRATE! TEN BUEN ANIMO
QUE YO ESTOY CONTIGO!”
Ten amigos, nunca en cantidades, más bien en cualidades,
Busca amigos que te hagan crecer personal y espiritualmente.
Si no te hacen crecer …
¡¡¡APARTATE!!!
LAS MALAS COMPAÑIAS
¡HACEN PERDER LOS HABITOS UTILES!
¡TEN SUEÑOS!
Es en nuestros sueños que Dios nos revela su infinito poder.
¡NUNCA DEJES DE SOÑAR!
¡TEN OBJETIVOS!
¡Rema contra la marea!
En el recorrer de tu vida encontrarás personas que serán como “agua fría”
Dirán que eres incapaz … ¡que es imposible!
Dirán que aquello que tanto anhelas no es para ti.
¡NO DESISTAS!
EL DIOS AL QUE SERVIMOS
ES EL SEÑOR DEL UNIVERSO
Y ten la certeza que días mejores vendrán.
Y todo tiene un propósito en nuestra vida.
Nada es por casualidad.
ENTREGA TUS PASOS AL SEÑOR, CONFIA EN ÉL Y ÉL TE GUIARA.