Cuántas veces nuestro panorama
se ve triste, desalentador y agobiante,
y súbitamente algo pasa y
encontramos solución a nuestros problemas
y algo que parecía no tener solución,
se resuelve fácilmente.
El tiempo cierra heridas
y suaviza resentimientos.
Cuando nos sintamos agobiados por los problemas,
el cansancio o el dolor, digamos con firmeza:
Mañana será otro día, y tengamos la seguridad
que ¡ese día será mejor !