Para evitar que el tiempo libre no se convierta en una causa de angustia ofrecemos algunas opciones a tener en cuenta:
■ Disfrutar o proponérselo, pequeñas porciones de ocio durante el año, sin forzar cuando aparece el malestar o bien pedir asesoramiento para resolverlo.
■ Procurar compañía para pasar los ratos de esparcimiento, una buena compañía genera placer y disfrute.
■ Incluir actividades más reguladas para empezar a centrarse en el disfrute y buscar alternativas previas, que lo alejen de las clásicas huidas al trabajo o la sobreocupación.
Como por ejemplo descubrir un hobby o explorar. Esto le permitirá desarrollar la creatividad, disfrutar el tiempo que invierten en él, sentir placer al realizarlo.
■ Dedicarles un tiempo en la semana a los vínculos que no solemos ocuparnos o alimentar, como pueden ser los padres, pareja, hijos, amigos, etc. Un tiempo donde enriquecer y fortalecer la relación a través de la creación de momentos de esparcimiento, diversión o de comunicación íntima.