Hoy te pido para mi y los míos la paz y la alegría, la fuerza y la prudencia, la claridad y la sabiduría.
Quiero vivir cada día con optimismo y bondad, llevando a todas partes un corazón lleno de compresión y paz.
Cierra tus oídos a toda falsedad; mis labios o palabras mentirosas, egoístas, mordaces o hirientes.
Abre, en cambio, mi ser a todo lo que es bueno. Que mi espíritu se llene solo de bendiciones y las derrame a mi paso.
Cólmame de bondad y de alegría para que cuantos conviven conmigo o se acerquen a mi, encuentren en mi vida un poquito de Ti. Dame un año feliz, y enséñame a repartir felicidad. Amen.