Mantenme alerta.
Querido Ángel Custodio mío, ya que el Señor te ha puesto a mi lado para que me conduzcas a la salvación, te pido hoy que me mantengas alerta y vigilante en la espera del Señor Jesús, que no sé cuándo será, pero tú sí lo sabes, porque conoces los tiempos de Dios.
Es por ello que te pido, querido ángel mío, que me mantengas vigilante en la oración y despierto en el bien, siempre en gracia de Dios y jamás en pecado mortal, lo que haría que si se manifestara Dios no tuviera yo salvación.
El mundo se precipita cada vez más en el pecado, en la diversión y ya nadie piensa en la vuelta de Jesús. Que yo no sea de su número, sino que con tu ayuda me mantenga en vela, esperando la Parusía de Jesús, que vendrá a juzgar a vivos y muertos.
Que yo no siga la corriente del mundo, que piensa que Jesucristo ya no vuelve más, sino que, gracias a tu vigilancia, ángel mío, yo me mantenga siempre preparado para recibir al Señor que viene.
Que no me deje aturdir por los excesos en la bebida, en la comida y en los placeres, para que ese Día grande de la ira de Dios no caiga sobre mí de improviso, y así tenga mi suerte con los impíos.
Gracias, querido Ángel custodio mío, porque juntos esperaremos al Señor y viviremos cada día como si fuera el último.