Tú estás vivo y presente, siento la calidez de tu voz que a todos consuela y trae la paz al alma. Sólo tu voz quiero seguir, solo tu voz quiero sentir.
En mis tristezas, ayúdame a reconocer tu voz, a recurrir y rendirme a ella, pues Ella tiene la fuerza para sanar y levntar.
Ven y ábreme caminos de sanación, de salud y de esperanzas. Ayúdame a romper todo muro de dolor que no me deja avanzar.
Dame la gracia de poder liberarme de miedos y opresiones, de sentirme capacitado y valiente para salir y anunciar todo lo bueno de tus promesas.
Quiero nacer de nuevo en el Espíritu, rehacer mi vida para alabarte y adorarte, porque en ningunas otras manos yo podría estar más seguro. Amén