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General: con el NIÑO JESUS
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De: perladelmar (Mensaje original) |
Enviado: 29/10/2013 03:20 |
Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Palabras.
Divino Niño Jesús, te ruego que me ayudes a evitar el hablar demás, el pronunciar juicios sobre mis hermanos, porque a veces, por participar en reuniones familiares y festivas, termino hablando más de lo conveniente, y recuerdo muy bien aquella palabra tuya en el Santo Evangelio que dice que pedirás cuenta en el Juicio, hasta de la menor palabra ociosa que hayamos pronunciado. ¡Y yo que a veces critico o digo cosas tan inapropiadas! ¿Qué será de mí, Divino Niño, si tú no me ayudas a evitar estas cosas?
Por eso hoy quiero pedirte especialmente que me enseñes a guardar silencio, a no hablar demás, porque sé muy bien que quien sabe dominar su lengua, también se sabe dominar a sí mismo. En cambio quien no controla su hablar, pronto pierde la gracia, o al menos se enferma en el alma con las faltas veniales, que preparan al alma para los pecados mortales. ¡Ay de mí, Niñito Jesús, que no sé guardar silencio, y sé muy bien que sólo en el silencio tú concedes tus gracias!
Te prometo, querido Niño Jesús, que voy a hablar menos de ahora en adelante, que no voy a criticar a ninguno, y que trataré de guardar silencio para oír tu voz, que quiere inspirarme buenas obras y pensamientos santos, para que yo trabaje por tu Reino en las almas.
¡Gracias, Divino Niño Jesús, porque sé que me ayudarás en este propósito que tanto te agrada!
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De: Eithlin |
Enviado: 29/10/2013 10:59 |
Divino Niño Jesús, te ruego que me ayudes a evitar el hablar demás, el pronunciar juicios sobre mis hermanos, porque a veces, por participar en reuniones familiares y festivas, termino hablando más de lo conveniente, y recuerdo muy bien aquella palabra tuya en el Santo Evangelio que dice que pedirás cuenta en el Juicio, hasta de la menor palabra ociosa que hayamos pronunciado. ¡Y yo que a veces critico o digo cosas tan inapropiadas! ¿Qué será de mí, Divino Niño, si tú no me ayudas a evitar estas cosas?
Por eso hoy quiero pedirte especialmente que me enseñes a guardar silencio, a no hablar demás, porque sé muy bien que quien sabe dominar su lengua, también se sabe dominar a sí mismo. En cambio quien no controla su hablar, pronto pierde la gracia, o al menos se enferma en el alma con las faltas veniales, que preparan al alma para los pecados mortales. ¡Ay de mí, Niñito Jesús, que no sé guardar silencio, y sé muy bien que sólo en el silencio tú concedes tus gracias!
Te prometo, querido Niño Jesús, que voy a hablar menos de ahora en adelante, que no voy a criticar a ninguno, y que trataré de guardar silencio para oír tu voz, que quiere inspirarme buenas obras y pensamientos santos, para que yo trabaje por tu Reino en las almas.
¡Gracias, Divino Niño Jesús, porque sé que me ayudarás en este propósito que tanto te agrada!
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Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Palabras.
Divino Niño Jesús, te ruego que me ayudes a evitar el hablar demás, el pronunciar juicios sobre mis hermanos, porque a veces, por participar en reuniones familiares y festivas, termino hablando más de lo conveniente, y recuerdo muy bien aquella palabra tuya en el Santo Evangelio que dice que pedirás cuenta en el Juicio, hasta de la menor palabra ociosa que hayamos pronunciado. ¡Y yo que a veces critico o digo cosas tan inapropiadas! ¿Qué será de mí, Divino Niño, si tú no me ayudas a evitar estas cosas?
Por eso hoy quiero pedirte especialmente que me enseñes a guardar silencio, a no hablar demás, porque sé muy bien que quien sabe dominar su lengua, también se sabe dominar a sí mismo. En cambio quien no controla su hablar, pronto pierde la gracia, o al menos se enferma en el alma con las faltas veniales, que preparan al alma para los pecados mortales. ¡Ay de mí, Niñito Jesús, que no sé guardar silencio, y sé muy bien que sólo en el silencio tú concedes tus gracias!
Te prometo, querido Niño Jesús, que voy a hablar menos de ahora en adelante, que no voy a criticar a ninguno, y que trataré de guardar silencio para oír tu voz, que quiere inspirarme buenas obras y pensamientos santos, para que yo trabaje por tu Reino en las almas.
¡Gracias, Divino Niño Jesús, porque sé que me ayudarás en este propósito que tanto te agrada!
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Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Palabras.
Divino Niño Jesús, te ruego que me ayudes a evitar el hablar demás, el pronunciar juicios sobre mis hermanos, porque a veces, por participar en reuniones familiares y festivas, termino hablando más de lo conveniente, y recuerdo muy bien aquella palabra tuya en el Santo Evangelio que dice que pedirás cuenta en el Juicio, hasta de la menor palabra ociosa que hayamos pronunciado. ¡Y yo que a veces critico o digo cosas tan inapropiadas! ¿Qué será de mí, Divino Niño, si tú no me ayudas a evitar estas cosas?
Por eso hoy quiero pedirte especialmente que me enseñes a guardar silencio, a no hablar demás, porque sé muy bien que quien sabe dominar su lengua, también se sabe dominar a sí mismo. En cambio quien no controla su hablar, pronto pierde la gracia, o al menos se enferma en el alma con las faltas veniales, que preparan al alma para los pecados mortales. ¡Ay de mí, Niñito Jesús, que no sé guardar silencio, y sé muy bien que sólo en el silencio tú concedes tus gracias!
Te prometo, querido Niño Jesús, que voy a hablar menos de ahora en adelante, que no voy a criticar a ninguno, y que trataré de guardar silencio para oír tu voz, que quiere inspirarme buenas obras y pensamientos santos, para que yo trabaje por tu Reino en las almas.
¡Gracias, Divino Niño Jesús, porque sé que me ayudarás en este propósito que tanto te agrada!
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Quince minutos con el Divino Niño Jesús
Palabras.
Divino Niño Jesús, te ruego que me ayudes a evitar el hablar demás, el pronunciar juicios sobre mis hermanos, porque a veces, por participar en reuniones familiares y festivas, termino hablando más de lo conveniente, y recuerdo muy bien aquella palabra tuya en el Santo Evangelio que dice que pedirás cuenta en el Juicio, hasta de la menor palabra ociosa que hayamos pronunciado. ¡Y yo que a veces critico o digo cosas tan inapropiadas! ¿Qué será de mí, Divino Niño, si tú no me ayudas a evitar estas cosas?
Por eso hoy quiero pedirte especialmente que me enseñes a guardar silencio, a no hablar demás, porque sé muy bien que quien sabe dominar su lengua, también se sabe dominar a sí mismo. En cambio quien no controla su hablar, pronto pierde la gracia, o al menos se enferma en el alma con las faltas veniales, que preparan al alma para los pecados mortales. ¡Ay de mí, Niñito Jesús, que no sé guardar silencio, y sé muy bien que sólo en el silencio tú concedes tus gracias!
Te prometo, querido Niño Jesús, que voy a hablar menos de ahora en adelante, que no voy a criticar a ninguno, y que trataré de guardar silencio para oír tu voz, que quiere inspirarme buenas obras y pensamientos santos, para que yo trabaje por tu Reino en las almas.
¡Gracias, Divino Niño Jesús, porque sé que me ayudarás en este propósito que tanto te agrada!
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