Hace un tiempo leí que nuestras emociones son como el clima.
Mira, no podemos controlar el clima, pero sí podemos adaptarnos a él.
Cuando llueve, buscamos refugio, usamos un paraguas, traje impermeable... y, en algunos casos, caminamos con paso firme hacia donde queremos llegar.
Y así con cada uno de los distintos imprevistos climáticos.
Si hace mucho viento, si hace mucho calor, si empieza a nevar, etc.
Pero lo que nunca hacemos es intentar detenerlo o cambiarlo.
No está en nuestras manos.
Por lo que podemos prepararnos.
Y aprender para la próxima vez que pudiera suceder.
Esto es muy parecido a nuestras emociones.
Van y vienen.
No podemos controlarlas o detenerlas.
Pero podemos aprender a reaccionar a ellas de forma distinta.
Y al igual que el clima, la tormenta de emociones y pensamientos pasará.
Un pequeño truco que ayuda a tu cuerpo es la postura.
Hoy haz este pequeño ejercicio:
Levanta tus brazos en señal de victoria por unos momentos.
Estíralos lo más que puedas.
Repite a lo largo del día.
Verás que te sentirás mejor.
Ten un excelente fin de semana,
Esteban (Gutenberg)