Hay personas (todos nosotros las conocemos) que parecen siempre perdidas en una niebla de confusion. Primero van por un camino, luego por otro. Intentan una cosa y luego la dejan para hacer otra. Un día dicen blanco y otro día negro. Su problema es bien sencillo: no saben lo que quieren. No se puede acertar en un blanco si no sabe uno donde esta.
Una vez que determina adonde apunta tiene que emprender la accion de inmediato, ver que resultados obtiene y ser flexible para cambiar, hasta alcanzar lo que se propone.