Cuando todo salga mal y ya intentaste todas las alternativas, no te desesperes...
Dios proveerá de una solución.
¡Los momentos difíciles no son eternos!
Son como tempestades, sólo duran un momento.
Mira hacia atrás y ve cuántas cosas peores ya pasaste y superaste.
Algunas veces necesitamos las tribulaciones en nuestra vida
para hacernos madurar.
Cuando estés triste,
mira al cielo y fíjate. ¡Cuán grande es!
Si Dios fue capaz de crear el cielo, ¡Imagínate resolver tus problemas ...