REFLEXIÓN DEL DÍA
Persevera y triunfarás
Si bien en las cosas y negocios del mundo, el que persevera triunfa; muchísimo más triunfa el que persevera en la fe, y su triunfo no es pasajero, de este mundo, sino que es un Triunfo eterno, bendito, con mayúscula. Para ello debemos perseverar en la fe, debemos cumplir los diez mandamientos y las enseñanzas de Jesús en el Evangelio, cueste lo que cueste, y a pesar de todas las astucias del demonio, del ambiente contrario que hay en el mundo y de las pasiones de la carne.
Vivimos en un tiempo muy difícil en que se nos quiere robar la gracia de Dios y hacernos perder con ello el Cielo que nos espera. Por eso debemos ser fieles a Dios cumpliendo sus mandatos y no desanimarnos si caemos de vez en cuando o muy seguido en pecado, sino que SIEMPRE debemos levantarnos con una completa y sincera confesión con un sacerdote y seguir adelante, que Dios viendo nuestra buena voluntad no nos dejará solos sino que nos ayudará a conquistar el premio eterno.
Y para lograr el premio tenemos que rezar, y rezar mucho, pues todas las gracias y auxilios Dios los otorga a quien reza, y en nuestro rezo debemos pedir la “perseverancia final” como la pidieron todos los santos, es decir, pedir que nos encontremos en gracia de Dios en el momento de nuestra muerte ya que, como sabemos, en ese momento es cuando se decide nuestra eternidad de gozo o de horror, Cielo o Infierno. Por ello debemos pedir que en ese momento supremo de la muerte no nos encontremos en pecado mortal.
Recordemos las palabras de Jesús cuando se refiere a las calamidades de los últimos tiempos y dice que “el que persevere hasta el fin, ése se salvará”. Perseveremos entonces.