Quince minutos con el Divino Niño Jesús
El Amigo que nunca falla.
Querido Niño Jesús Tú eres el Amigo que nunca falla, porque estás cerca mío, y conoces todas mis cosas, mis problemas y mis angustias, ya que te los voy contando día a día.
No permitas, Divino Niño, que me encierre en mí mismo y que no te cuente de mis cosas, porque Tú eres Dios y puedes solucionar todos mis problemas. Es una gran gracia, la mayor gracia, que me concedas ser tu amigo, porque el ser amigo de Dios es el mayor don que me haces.
A veces me sucede como a Pedro, que al hundirse no atinaba a llamarte a Ti, Jesús. Entonces, a partir de hoy, no trataré de llevar yo solo mis problemas, sino que te llamaré a Ti, Divino Niño, para que pongas tu manita en mi vida, y me arregles las cosas que me superan y que no puedo acomodar. Para eso eres mi amigo, Niño Divino, para traer consuelo y paz a mis días.
Ten compasión de mí, Señor, porque la vida moderna cada vez me complica más y todo se va como haciendo más difícil, la misma vida se hace difícil, debido a las tristezas y problemas.
Pero estando contigo no temo nada, porque Tú, Divino Niño Jesús, eres el Amigo que nunca falla, y a Ti me encomiendo, y encomiendo también a mis seres queridos vivos y difuntos, para que tengas misericordia de todos y nos des tu consuelo amoroso.