Quince minutos con el Ángel Custodio
Reina en común.
Ángel Custodio mío, tenemos una Reina en común, que es María Santísima. Hoy quiero pedirte que me concedas la gracia de tenerle al menos un amor semejante al tuyo por Ella.
Enséñame a venerarla como merece y a obedecer sus órdenes en todo, y obedecerte a ti, que me transmites sus órdenes.
Ángel mío dame la gracia de tener una tierna y fuerte devoción a la Virgen, e inspírame lo que debo hacer para que yo le sea de su agrado. Porque no hay cosa que anhele más en este mundo que el ser grato a los ojos de Aquella que es Todopoderosa en el Cielo y es la Madre de mi Señor y Madre mía también.
Ángel de mi Guarda, enséñame a decir bien el Avemaría, la oración que le dirigió el Arcángel Gabriel a Nuestra Señora. Cuídame en todos mis caminos y llévame de tu mano por este mundo, al encuentro con María en la tierra y en el Cielo.
Dame la gracia de ser puro como tú lo eres, así agradaré mucho más a la Purísima. Y si tengo la desgracia de caer en pecado, recuérdame, te lo pido por favor, que la Virgen es Refugio de los pecadores y Auxilio de los cristianos.
En una palabra, querido Ángel Custodio mío, te solicito que me unas cada vez más fuertemente a la Virgen María, Reina del Cielo y de la Tierra, Reina de los Ángeles y de los hombres, nuestra Reina en común. ¡Gracias querido Ángel!
AMEN