Reflexión Papa Francisco.
La oración no es algo mágico, no se hace magia con la oración. A nosotros, Jesús nos enseña: "No debemos ir con tantas palabras donde Él", porque Él lo sabe todo.
La primera palabra del Padrenuestro es "Padre", esta es la clave de la oración. Sin decir, sin escuchar esa palabra no se puede orar. ¿A quién debo orar?, ¿al Dios Todopoderoso?, demasiado lejos. Ah, esto no lo siento. Jesús ni siquiera lo sentía.
¿A quién debo orar?, ¿al Dios cósmico?, un tanto habitual en estos días, ¿no?... orar al Dios cósmico, ¿no? Tú debes rezarle al Padre... Tú debes orar a quien te engendró, al que te dio la vida. No a todos: a todos es demasiado anónimo. A ti, a mí.
Y también orar a aquel que te acompaña en tu camino: que conoce toda tu vida. Todo: lo que es bueno y lo que no es tan bueno. Él lo sabe todo.