Día 19.- SEAN HUMILDES DE CORAZÓN
Cuando el Corazón de Jesús quiso enseñarnos algo de sí mismo, lo dijo con una sola frase: "Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón". Debe tener, pues, un gran valor esta humildad si Jesús la estimó de tal manera hasta anteponerla a todas las demás virtudes. Él recomienda muchas virtudes, pero se puso como ejemplo en la humildad. "Aprendan de mí que soy manso y humilde de corazón". Los santos comprendieron bien esta sublime doctrina y no buscaron la santidad sino por medio de la humildad, persuadidos de que la humildad es el fundamento de todas las virtudes, el principio de toda gloria. La misma Virgen confiesa haber recibido insignes favores del Señor porque Él vio " la humildad de su esclava".