En el hospicio por supuesto no podía faltar un oratorio y fue allí que el matrimonio se llevó una gran sorpresa, durante la construcción se encontró un fresco que representa a “María entre dos almas en el Purgatorio”.
Fue así que decidieron llamar al oratorio Santa María de las Almas, esto fue en el año 1399.
Durante el pontificado de Eugenio IV (1431-1447), se transformó en una pequeña iglesia oficiada públicamente.
En 1499 se decide demoler la pequeña iglesia para edificar una más grande que se terminó de edificar en el año 1542. Intervinieron grandes artistas como el Bramante, Sangallo y Sansovino.
Adyacente también se edificó Pontificio Instituto Teutónico, para la formación de seminaristas.
El edificio sufrió diversas reconstrucciones a través de los años, a causa de los daños provocados por los lansquenetes en 1527 y aquellos ocasionados por la invasión francesa de 1798, durante la cual la iglesia fue utilizada como granero y establo.
Solo con Pío IX la iglesia retorna a su esplendor.
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De gran belleza adornada con importantes obras
Hoy podemos admirar su belleza y las obras que se conservan. Entre las más destacadas: “Sagrada Familia y los santos” de Giulio Romano, “Los Santos” de Ludovico Seitz, la “Asunción” de Giovan Francesco Romanelli.
Destacan también la “Capilla de la Piedad” de de Lorenzetto y Nanni di Baccio Bigio, dos discípulos de Rafael, que imitaron la gran obra de Miguel Ángel que se encuentra en la basílica de san Pedro.
No podemos dejar de mencionar el importante monumento funerario de papa Adriano VI, realizado bajo la dirección de Baldassarre Peruzzi.
Tanto en la fachada de la Iglesia como en la sacristía, se encuentra dos representaciones de la Virgen María con las dos almas del purgatorio que oran a Nuestra Señora pidiendo la Salvación.
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