"La felicidad es una mariposa que, si la persigues, siempre está justo más allá de tu alcance; sin embargo, si te sentaras en silencio, podría posarse sobre tí." ( N. Hawthorne)
Debemos tener coherencia entre lo que predicamos y lo que vivimos, sino ¿dónde estaría nuestro testimonio? Si predicamos el amor, debemos vivirlo principalmente a través del perdón, pues el que más ama es el que más perdona.