Mi buen Jesús… hoy no he tenido mucho tiempo para sentarme tranquilamente para hablar contigo… una corta oración esta mañana, cuando iba de camino al trabajo… y un momento rapidito, durante la tarde, para decirte “gracias” por la lluvia que caía… aún así, no te has apartado de mi mente… mientras trabajaba o conversaba con algunas personas, Tú estabas allí… a mi lado… acompañándome siempre…
Ya ha llegado la noche y me retiro un momento a la intimidad de nuestras letras… y pienso en cómo has cambiado mi vida… «El Señor es mi luz y mi salvación, ¿a quién temeré?»… ¡cuánta confianza hay en las palabras del salmista!!!… ¡y qué maravilloso es que las hayas hecho mías!!!
Esta noche quiero pedirte por todas esas personas que están pasando por momentos difíciles… aquellos que se sientan atacados, despreciados, abandonados… aquellos que son oprimidos o abusados… que no tienen a nadie que los defienda y saque la cara por ellos… aquellos que sienten que están perdiendo la batalla contra la enfermedad… contra el vicio… o contra el pecado… has que fijen sus miradas en Ti… y sus corazones latan confiados al compás de tu Misericordia…