Mira, la peor parte se la llevan nuestras mujeres.
Además, ellas siempre se negarán a admitir que
envejecen y tratan por cualquier medio de esconder sus achaques.
Si quieres saber si tu mujer está empezando a quedarse sorda,
colócate a 10 metros de ella y hazle una pregunta.
Cuando veas que no te responde, acércate a cinco metros.