Hombres de la mar,
eternos buscadores que nunca encuentran,
en el horizonte azulado del cielo y mar
eternas despedidas, regresar quizás,
partes siempre mirando el horizonte
pero con la mente, en lo que dejas atrás.
La tierra no es más que un momento,
una noche que recordar,
entre el cielo y la mar puedes volar,
eterna oscilación de lo que fue y lo que vendrá.
Hombres de la mar,
sin lazos que te aten, pero a la mar no dejarás,
hermosa trinidad que da paz; cielo, hombre y mar,
hermosa pero muchas veces sufrida,
porque el hombre es para la tierra
y tú conquistas la mar.
Hombres de mar,
cuando en puerto estrujas la noche
pero lo tuyo no haz de dejar,
y zarpas con la vista al horizonte
recordando lo que en blanca estela dejarás.
Tu hogar no tiene fronteras
porque tu hogar es la mar,
sangre del espíritu aventurero
que nos tocó llevar.
Hombres de la mar,
eternos buscadores que nunca encuentran,
en el horizonte azulado de cielo y mar.