La Carabina de don Ambrosio es una expresión que se aplica a un objeto inútil, o que no sirve para lo que está ideado.
Origen
Se supone que el dicho "ser como la carabina de Ambrosio" nace en un atracador del mismo nombre del siglo XIX, de origen sevillano, que asaltaba en los caminos con una carabina que no estaba cargada con pólvora, sino sólo con cañamones. Esta es la opinión de Montoto, pero más bien parece un origen apócrifo, ya que como se observa en el P. José Francisco de Isla (ver más abajo) el sintagma hace referencia al famoso diccionario latino del siglo XVI obra de Ambrogio Calepino, conocido como el Calepino de Ambrogio, cuya deturpación origina el chiste que celebra el escritor jesuita para demostrar la ignorancia general y del latín en particular de los predicadores; de hecho, la frase ya aparece en el diccionario de Autoridades de 1729 (s. v. carabina). La suerte posterior de esta expresión no tiene mucho que ver con este primer significado, y por esa razón se dan explicaciones de otro tipo. En la revista Por Estos Mundos (Madrid, 1900) apareció esta versión sobre el personaje del dicho proverbial:
"Ambrosio fue un labriego que existió en Sevilla a principios de siglo (del siglo XIX). Como las cuestiones agrícolas no marchaban bien a su antojo, decidió abandonar los aperos de labranza y dedicarse a salteador de caminos, acompañado solamente por una carabina. Pero como su candidez era proverbial en el contorno, cuantos caminantes detenía lo tomaban a broma, obligándole así a retirarse de nuevo a su lugar, maldiciendo de su carabina, a quien achacaba la culpa de imponer poco respeto a los que él asustaba"
Aunque la expresión ya existía antes, es en escritores de finales del siglo XIX cuando la carabina de Ambrosio aparece con más fecuencia
A finales del XIX se puso de moda la palabra carabina para referirse a esa señorita de compañía que los padres de la buena sociedad imponían a sus hijas para garantizar la moralidad en su trato con los chicos. Sabemos que ésta carabina surge relacionada con la de Ambrosio por su manifiesta inutilidad en el intento de garantizar la moralidad de las jóvenes
Es probable que con la aparición de estas inútiles carabinas de compañía se reactivase la expresión la "carabina de Ambrosio" que ya existía en nuestra lengua caracterizada por su inutilidad. La mención más antigua de esta famosa carabina aparece en P. José Francisco Isla. También aparece en Gustavo Adolfo Bécquer, en Benito Pérez Galdós, y en Valera. También aparece en Juan Montalvo,