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General: SOBRE EL RENEGADO KAUTSKY Y LA CARABINA DE AMBROSIO
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Respuesta  Mensaje 1 de 3 en el tema 
De: Laura Frias  (Mensaje original) Enviado: 24/01/2013 01:14


Intento buscar mi identidad o las identidades que me han habitado o habitan. A medida que lo pienso, descubro que no es fácil en absoluto. Supongo que la personalidad calza, se amolda y resigna al cuerpo que le tocó en suerte o en desgracia. No intento hacer una descripción física detallada de mi persona, ¿para qué escarbar en honduras? Soy lo que se ve, no pretendo decirles que en el interior aspiro a que me tomen por alguien diferente. Por simple afán de sobrevivir, he aprendido a aceptar mi exterior y limitaciones, aun cuando el súbito encuentro de mi imagen en algún espejo inesperado, no deja de producirme un sobresalto y espontáneo rechazo, que da paso a la resignación de manera retardada. Lógicamente, el comportamiento debería estar de acuerdo con la carcaza que cargamos de modo de no hacer el ridículo en forma demasiado notoria, aunque eso a veces se nos olvide.

Luego de observar a gente de físico similar, he podido establecer un vínculo entre su apariencia y personalidad.
Creo que son muchos los condicionantes del carácter y la personalidad: los genes, la educación, la apariencia. Pero nunca descubrí si mi apego casi masoquista a las minorías y el afán de contradecir a los demás se basan en mi escasa visión o si el terrible esfuerzo y rechazo que me produce el tomar una decisión, se funda en el tamaño excesivo de mi nariz. Lo que si podría reconocer como influencia de un colegio alemán son la impaciencia ante la impuntualidad ajena, el amor por la música y la carne de gallina que me provoca escuchar hablar alemán.
También nos habita una serie de recuerdos algo polvorientos de algunas cosas que escuchamos alguna vez y quedaron archivadas sin mucho orden ni concierto, pero que nos hermana a otros contemporáneos y cuando oímos ciertas palabras o frases, se nos enciende una luz, aunque no siempre sepamos de qué se trata. Hay maneras de hablar que pueden quedarse pegadas a nuestro paladar hasta que el entorno diferente nos las modifica.

 Pero basta escuchar otra vez a los modelos originales para que regresen. Aquí es donde aparece el renegado Kautsky, por ejemplo. No creo que nadie, excepto quizá algún aplicado y antiguo miembro del partido aquel, sepa de quien se trata. ¿A qué viene entonces mencionarlo? Ocurre que en la crónica semanal de un escritor de mis años, éste hizo mención, muy de pasada, de ese personaje. Y se me desplegó inmediatamente, toda una galería de lugares y gente de la época cuando escuchábamos diatribas en su  contra. Aparecieron bares, conversaciones, periodistas de tiempo completo que no dormían jamás, jóvenes poetas que prometían y no cumplieron, revolucionarios de café, ese poeta que sería presidente de su país un día y tantos otros que estaban asociados a ese Kautsky tan evocador por motivos totalmente ajenos a él mismo.

Tampoco nadie menciona a la carabina de Ambrosio, pero considerando que se  encasilla a la gente de acuerdo a sus vivencias de los 20 años, sin considerar para nada su trayectoria posterior, creo que se me podría catalogar como del tiempo del renegado Kautsky y la carabina ésa.

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Respuesta  Mensaje 2 de 3 en el tema 
De: sol-edad Enviado: 24/01/2013 11:27

Carabina de Ambrosio

De Wikipedia, la enciclopedia libre
 
 

La Carabina de don Ambrosio es una expresión que se aplica a un objeto inútil, o que no sirve para lo que está ideado.

Origen

Se supone que el dicho "ser como la carabina de Ambrosio" nace en un atracador del mismo nombre del siglo XIX, de origen sevillano, que asaltaba en los caminos con una carabina que no estaba cargada con pólvora, sino sólo con cañamones. Esta es la opinión de Montoto, pero más bien parece un origen apócrifo, ya que como se observa en el P. José Francisco de Isla (ver más abajo) el sintagma hace referencia al famoso diccionario latino del siglo XVI obra de Ambrogio Calepino, conocido como el Calepino de Ambrogio, cuya deturpación origina el chiste que celebra el escritor jesuita para demostrar la ignorancia general y del latín en particular de los predicadores; de hecho, la frase ya aparece en el diccionario de Autoridades de 1729 (s. v. carabina). La suerte posterior de esta expresión no tiene mucho que ver con este primer significado, y por esa razón se dan explicaciones de otro tipo. En la revista Por Estos Mundos (Madrid, 1900) apareció esta versión sobre el personaje del dicho proverbial:

"Ambrosio fue un labriego que existió en Sevilla a principios de siglo (del siglo XIX). Como las cuestiones agrícolas no marchaban bien a su antojo, decidió abandonar los aperos de labranza y dedicarse a salteador de caminos, acompañado solamente por una carabina. Pero como su candidez era proverbial en el contorno, cuantos caminantes detenía lo tomaban a broma, obligándole así a retirarse de nuevo a su lugar, maldiciendo de su carabina, a quien achacaba la culpa de imponer poco respeto a los que él asustaba"

Aunque la expresión ya existía antes, es en escritores de finales del siglo XIX cuando la carabina de Ambrosio aparece con más fecuencia

A finales del XIX se puso de moda la palabra carabina para referirse a esa señorita de compañía que los padres de la buena sociedad imponían a sus hijas para garantizar la moralidad en su trato con los chicos. Sabemos que ésta carabina surge relacionada con la de Ambrosio por su manifiesta inutilidad en el intento de garantizar la moralidad de las jóvenes

Es probable que con la aparición de estas inútiles carabinas de compañía se reactivase la expresión la "carabina de Ambrosio" que ya existía en nuestra lengua caracterizada por su inutilidad. La mención más antigua de esta famosa carabina aparece en P. José Francisco Isla. También aparece en Gustavo Adolfo Bécquer, en Benito Pérez Galdós, y en Valera. También aparece en Juan Montalvo,


Respuesta  Mensaje 3 de 3 en el tema 
De: Anny 23 Enviado: 26/01/2013 23:45
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