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General: DIARIO DE UN PERRITO.
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De: kibo (Mensaje original) |
Enviado: 01/02/2013 11:58 |
Esta es una historia de muchos perritos que fueron comprados por capricho y lo que ellos nos contarían si pudieran hablar.....
Semana 1: Hoy cumplí una semana de nacido, ¡Qué alegría haber llegado a este mundo!
Mes 01: Mi mamá me cuida muy bien. Es una mamá ejemplar
Mes 02: Hoy me separaron de mi mamá. Ella estaba muy inquieta, y con sus ojos me dijo adiós. Esperando que mi nueva "familia humana" me cuidara tan bien como ella lo había hecho. Mes 04: He crecido rapido; todo me llama la atención. Hay varios niños en la casa que para mí son como "hermanitos". Somos muy inquietos, ellos me jalan la cola y yo les muerdo jugando. Mes 05: Hoy me regañaron. Mi mama se molestó porque me hice "pipí" adentro de la casa; pero nunca me habían dicho dónde debo hacerlo. Además duermo en la recámara... ¡y ya no me aguantaba! Mes 06: Soy un perrito feliz. Tengo el calor de un hogar; me siento tan seguro, tan protegido. Creo que mi familia humana me quiere y me consienten mucho. Cuando están comiendo me convidan. El patio es para mi solito y me doy vuelo escarbando como mis antepasados los lobos, cuando esconden la comida. Mes 12: Hoy cumplí un año. Soy un perro adulto. Mis amos dicen que crecí más de lo que ellos pensaban. Que orgullosos se deben de sentir de mí. Mes 13: Qué mal me sentí hoy. "Mi hermanito" me quitó la pelota. Yo nunca agarro sus juguetes. Así que se la quité. Pero mis mandíbulas se han hecho muy fuertes, así que lo lastimé sin querer. Después del susto, me encadenaron casi sin poderme mover al rayo del sol. Dicen que van a tenerme en observación y que soy ingrato. No entiendo nada de lo que pasa. Mes 15: Ya nada es igual... vivo en la azotea; Me siento muy solo, mi familia ya no me quiere. A veces se les olvida que tengo hambre y sed. Cuando llueve no tengo techo que me cobije. Mes 16: Hoy me bajaron de la azotea. De seguro mi familia me perdonó y me puse tan contento que daba saltos de gusto. Mi rabo parecía reguilete. Encima de eso me van a llevar con ellos de paseo. Nos enfilamos hacia la carretera y de repente se pararon. Abrieron la puerta y yo me bajé feliz creyendo que haríamos nuestro "día de campo". No comprendo por qué cerraron la puerta y se fueron. ¡Oigan, esperen!" Se... se olvidan de mí. Corrí detrás del coche con todas mis fuerzas. Mi angustia crecía al darme cuenta, que casi me desvanecía y ellos no se detenían: me habían olvidado. Mes 17: He tratado en vano de buscar el camino de regreso a casa.Me siento y estoy perdido. En mi sendero hay gente de buen corazón que me ve con tristeza y me da algo de comer. Yo les agradezco con mi mirada y desde el fondo con mi alma, yo quisiera que me adoptaran y seria leal como ninguno. Pero solo dicen "pobre perrito", se ha de haber perdido Mes 18: El otro día pasé por una escuela y vi a muchos niños y jóvenes como mis "hermanitos". Me acerqué, y un grupo de ellos, riéndose, me lanzó una lluvia de piedras "a ver quien tenia mejor puntería". Una de esas piedras me lastimó el ojo y desde entonces ya no veo con él. Mes 19: Parece mentira, cuando estaba más bonito se compadecían más de mí. Ya estoy muy flaco; mi aspecto ha cambiado. Perdí mi ojo y la gente más bien me saca a escobazos cuando pretendo echarme en una pequeña sombra. Mes 20: Casi no puedo moverme. Hoy al tratar de cruzar la calle por donde pasan los coches; uno me arrolló. Según yo estaba en un lugar seguro llamado "cuneta", pero nunca olvidaré la mirada de satisfacción del conductor, que hasta se ladeó con tal de centrarme. Ojalá me hubiera matado, pero solo me dislocó la cadera. El dolor es terrible, mis patas traseras no me responden y con dificultades me arrastré hacia un poco de hierba a ladera del camino. Mes 21: Tengo 10 días bajo el sol, la lluvia, el frío, sin comer. Ya no me puedo mover. El dolor es insoportable. Me siento muy mal; quede en un lugar húmedo y parece que hasta mi pelo se está cayendo. Alguna gente pasa y ni me ve; otras dicen: "No te acerques" Ya casi estoy inconsciente; pero alguna fuerza extraña me hizo abrir los ojos. La dulzura de su voz me hizo reaccionar. "Pobre perrito, mira como te han dejado", decía... junto a ella venía un señor de bata blanca, empezó a tocarme y dijo: "Lo siento señora, pero este perro ya no tiene remedio, es mejor que deje de sufrir." A la gentil dama se le salieron las lágrimas y asintió. Como pude, moví el rabo y la miré agradeciéndole me ayudara a descansar. Solo sentí el piquete de la inyección y me dormí para siempre pensando en por qué tuve que nacer si nadie me quería.
!PENOSO PERO REAL!.
La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No convirtamos en problema una grata compañía. Ayudemos a abrir conciencia y así poder acabar con el problema de los perros callejeros. |
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De: vilma1 |
Enviado: 01/02/2013 13:57 |
La solución no es echar un perro a la calle, sino educarlo. No convirtamos en problema una grata compañía. Ayudemos a abrir conciencia y así poder acabar con el problema de los perros callejeros.
Los perros para mi son una hermosa compañía, son fieles y cariñosos, no los desechemos como a un objeto sin vida...¡¡¡¡¡cuidemoslo!!!!! |
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De: ANNY 42 |
Enviado: 01/02/2013 14:13 |
QUE DURO, QUE TRISTE LA VIDA DE ALGUNOS ANIMALITOS
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Es indignante cómo trata mucha gente a los animales. En esta
época es frecuente que abandonen a los perros al salir de vacaciones.
Sólo mi primer perro fue elegido: un doberman como cuidador.
Fue envenenado al cumplir dos años. Después, sólo tuve perros (y gatos) recogidos
que otra gente botaba y que pasaron el resto de su vida conmigo.
Mi perro actual no hace muy buen papel como guardián, ya que
es un mestizo tipo spaniel y no pesa más de 22 kilos, pero al menos, hace
bastante ruido. Lo encontré un invierno en mi patio, un cachorrito totalmente empapado,
y no tuve más remedio que acogerlo. Uno de mis vecinos abandonó cierta vez a su
perro y éste regresó al cabo de un tiempo. El trató de echarlo a patadas,
cuando ladraba y gemía delante de su casa, el perro se echó al suelo y no quiso
moverse a pesar de los puntapiés que recibía. En esto salió otro vecino y al
ver la escena, atacó a golpes al maltratador. Éste no tuvo otra salida que
dejar entrar al perro rechazado a su casa. No sabemos qué hizo para deshacerse
del perro después, porque nunca más regresó.
Por mi parte, quisiera poder tener un perro más grande, doberman
o rottweiler, pero el patio es pequeño y ya tiene ocupante. Además, a mi socio
no le gustaría tener que salir a pasear a dos perros.
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