El Viernes recién pasado tuve el placer de estar en casa de nuestra amiga Rosalia,
quién aunque aún no mejora del todo, ese día se le veía espléndida, irradiaba alegría,
disfruté de su buen humor y recibí un ejemplo de valentía al saberla que lleva una
herida aún abierta pero su sonrisa no desaparece en ningún momento de su rostro
Les dejo una muestra del lindo dia que pasé junto a Rosalía