“Existen algunas diferencias entre el gozo y la alegría. La alegría se lee de inmediato en un rostro. El gozo es sonriente, se desprende de él algo ligero. La alegría procede de regiones más profundas. Se puede sufrir y al mismo tiempo sentir alegría, porque a través de este sufrimiento se siente que se está comprendiendo algo esencial. Evidentemente, esta alegría profunda puede expresarse también mediante el gozo. Por ello es posible observar que muchos sabios están alegres. Lo que han comprendido los alivia de las cargas de la existencia. Contrariamente a lo que muchos se imaginan, los sabios no están tristes ni pesimistas, están alegres, e incluso cuando se exponen a los sufrimientos y a las pruebas, ríen.
¿Acaso se han estudiado todos los beneficios de la risa? Mantiene la flexibilidad en nosotros. Nos hace más livianos y nos anima a avanzar. También nos hace más cariñosos. El que sabe reír ama más que los demás. Y aprende mejor y más rápido que los demás. “
Omraam Mikhaël Aïvanhov