Entre la gloria y la muerte Ayer probé tus besos, y comprobé que la vida continúa Me aferre a tus abrazos y tu luz inundo mi oscuridad No se como fue ni como empezó, solo se que existes Tan escondida y a la vez tan evidente No puedo negar, ni dudar lo bien que se siente.
Te encontré, y estoy seguro que volveré a perderte Es como estar cerca de la gloria y la vez tan cerca de la muerte No me imagino a tus labios, endulzando besos ajenos O a tus ojos ordenando el llanto de otra mirada Se muy bien que estas conciente que sin ti no valgo nada
El calor de tus abrazos deja sin palabras al sol que te envidia Lo entierras en el dolor con lo que a mi me alivias Un minuto de tu tiempo, es 60 maneras de besarte Un segundo de mi existencia no lo pierdo queriendo encontrarte No quiero imaginar que tu ausencia me oscurezca el camino Le susurro a la vida con paciencia que corrija el destino.
Estar sin ti es como estar tropezando en la oscuridad Nada puede doler mas que esta maldita soledad Es buscarte, es llamarte y conseguir solo extrañas miradas Es comprender que el mundo es el asesino de tus sueños Sin importar de los besos que fuiste dueño Es luchar contra la marea de tus propias lágrimas Es vivir sabiendo que estas abrazado a la muerte Suplicando al silencio un poquito de suerte.
Ayer probé tus besos, y hoy pruebo la soledad No he vuelto a ver tu luz, me invadió la oscuridad No se si fue un sueño, no se si fue realidad O talvez confundí con amor lo que solo fue amistad
Ayer probé tus besos, ayer me diste calor Pero hoy no estas conmigo y renace mi dolor Se muy bien que no he podido olvidarme de tu amor Pero es posible que el destino me conceda ese favor Te espero en el silencio, junto al dolor y la paciencia Devuélveme la sonrisa que se llevo tu ausencia
Cada letra es una lagrima, cada palabra una ilusión Cada paso es un suspiro reflejando decepción El tiempo me roba tiempo, tu ausencia mi existir No se que hacer conmigo, sin ti no se vivir No me pidas que te olvide, no lo acepta el corazón Sabes bien que sin tus besos perdería la razón. AUTOR: BRYAN ORANTES