En el aire, en el mar, en los insectos al volar, entre hojas,
entre nubes, en los seres del mar.
En el aroma del pino, y la frescura matutina, en la nieve
que fecunda la felicidad perdida.
La encontrarás en tu vida en las mañanas de invierno, cuando levantes
tus ojos deseando el calor del cielo.
En recuerdos archivados de momentos olvidados, cuando nuevos ojos
vean los dolores del pasado.
¿Dónde hallar las respuestas a nuestras interrogantes e inquietudes?
No hay otro lugar que dentro de nosotros mismos...
Sólo nosotros conocemos la razón de nuestras penas, sinsabores, dolores..
Sólo nosotros tenemos la llave para abrir nuestro corazón y dejarlo hablar,
sólo nosotros tenemos el poder de dejar atrás el pasado y mirarlo con ojos nuevos
sin culpas ni sabores amargos...