Me parece que agosto es un buen mes invernal, con suficiente
sol y excelente para los aficionados a los deportes de montaña.
El mes temible es septiembre, por su primavera inestable que
trae virus y bacterias que atacan sin piedad, por la cantidad de suicidios que
ocurren y por ser aniversario de sucesos nefandos. Que en Chile se conmemore la
independencia con dos días feriados no es suceso que alcance a cubrir con su
aire de fiesta al resto del mes.
En cambio, bienvenido es octubre, mes de las flores y de los
colores alegres.