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Una noche, a las 11:30 p.m., una mujer de edad avanzada estaba parada en el acotamiento de una autopista, tratando de soportar una fuerte tormenta.
Su coche se había descompuesto y ella necesitaba desesperadamente que la llevaran. Toda mojada, ella decidió detener el próximo coche.
Un joven se detuvo a ayudarla, a pesar de la fuerte lluvia
El joven la llevo a un lugar seguro, la ayudo a obtener asistencia y la puso en un taxi. Ella parecía estar bastante apurada. Ella anoto la dirección del joven, le agradeció y se fue.
Siete días pasaron, cuando tocaron la puerta de su casa. Para su sorpresa, un Televisor pantalla gigante a color le fue entregado por correo a su casa.
Tenía una nota especial adjunta al paquete. Esta decía: Muchísimas Gracias por ayudarme en la autopista la otra noche. La lluvia anegó no solo mi ropa sino mi espíritu.
Entonces apareció usted.
Gracias a usted, pude llegar al lado de la cama de mi marido agonizante, justo antes de que muriera. Dios lo bendiga por ayudarme y por servir a otros desinteresadamente.
Sinceramente: La Señora Fernández
D/A
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