¿Te has preguntado alguna vez porque todo en tu vida parece avanzar con dificultad? ¿Por qué nada fluye suavemente y te sientes atascado a cada paso?
Te sugiero que analices la respuesta a esta pregunta pues en ella está la clave. Yo diría que llevas mucho equipaje. Cargas recuerdos, nostalgia, rencores y culpa. En otra maleta llevas preocupaciones, temores y dudas. Otra más contiene tus planes, logros y fracasos. En el equipaje de mano llevas amores perdidos, sueños sin resolver, baja autoestima, viejas heridas, dramas y conflictos que usas cada día para compadecerte de ti mismo.
Viajas cargando cosas muertas. Llevas contigo a todas partes un pasado que ya no te aporta nada. Imagínate que tratas de avanzar con un montón de fantasmas agarrados a tus piernas y que suplican no los dejes atrás. Eso es lo que deberías hacer: deshacerte de toda carga inútil que te impida avanzar y crear una nueva vida para ti.
Viaja ligero: lleva un pequeño morral en tu espalda sólo con lo necesario para un día: paz, entusiasmo, alegría, tolerancia, paciencia, confianza y mucho amor para dar y compartir. Como no viajas solo, esto es todo lo que necesitas, lo demás te será provisto para cada día sin que nada te haga falta.