A mi Partido ( PABLO NERUDA)
Me has dado la fraternidad hacia el que no conozco.
Me has agregado la fuerza de todos los que viven.
Me has vuelto a dar la patria como en un nacimiento.
Me has dado la libertad que no tiene el solitario.
Me enseñaste a encender la bondad, como el fuego.
Me diste la rectitud que necesita el árbol.
Me enseñaste a ver la unidad y la diferencia de los hombres.
Me mostraste cómo el dolor de un ser ha muerto en la victoria de todos.
Me enseñaste a dormir en las camas duras de mis hermanos.
Me hiciste construir sobre la realidad como sobre una roca.
Me hiciste adversario del malvado y muro del frenético.
Me has hecho ver la claridad del mundo y la posibilidad de la alegría.
Me has hecho indestructible porque contigo no termino en mí mismo.
Los amigos y cercanos de Neruda fueron siempre gente sencilla y él, hijo de ferroviario, jamás pretendió ser algo diferente.
Ciertamente la dictadura sí creía en su militancia, cuando durante su funeral tomó nota de los asistentes que lo lloraban y al día siguiente fueron a casa de uno de ellos, mi amiga Inés Carmona , le rompieron todos los dientes, asustaron a su hijo de 4 o 5 años, que deambuló solo por las calles durante días en ausencia de su madre detenida y ellos sólo pudieron salvarse gracias a amigos que le facilitaron la salida al duro exilio. También Neruda tuvo que sufrir lo mismo en tiempos de González Videla.