¡ ME IMPORTA UN BLEDO !
La frase en la película y la novela
La frase en cuestión fue dicha por Gable, interpretando a Rhett Butler, en lo que son sus últimas palabras a Scarlett O’Hara. Ocurre cerca del final de la película, cuando Scarlett le pregunta a Rhett: «¿A dónde iré? ¿Qué haré?», cuando él la abandona. Él le responde la famosa frase antes de cerrar la puerta (en la versión original en inglés: «Frankly, my dear, I don't give a damn»). La línea no sólo se volvió famosa porque contenía una «mala palabra» para esa época («damn», lit. «maldición»), sino porque en la trama de la película demostraba que Rhett había renunciado a la codiciosa Scarlett y ya no le importaba lo que le pasara a ella.
Incorporada a la cultura popular anglosajona, y particularmente estadounidense, la frase ha sido citada muchas veces, a veces incorrectamente; por ejemplo: «Francamente, Scarlett, me importa un bledo» («Frankly, Scarlett, I don't give a damn»). A menudo, informalmente, se asegura que la frase es el último diálogo de la película, cuando en realidad es: «¡Después de todo, mañana es otro día!» («After all, tomorrow is another day!»), dicho por Scarlett.
En la novela homónima en que se basa la película, Rhett no dice «francamente», sino simplemente, «Querida mía, me importa un bledo». El contexto también es diferente; está hablando a Scarlett en voz baja dentro de una habitación y no saliendo dramáticamente de la casa.