Tú el sol que quemas toda piel con el deseo
Tú el más bello tesoro deseado
Tú el calor que recorre el cuerpo
Yo mórbida y fría, llena de deseo
Yo guardiana de la noche
Yo el besos más frió del guerrero
Yo la esperanza del sediento
Tú que no sostienes la mirada
ya, que nadie puede verte a los ojos
yo que entrego en cada mirada
el reflejo de mi amado
Tú que agotas la vida con tu pasión
Tú que envías a tu amado a las sombras
Yo que renazco a mi amado en mi regazo
Yo le entrego la esperanza a su vida
Entre la luna y el sol
Una es sed de carne
otra sed de amor
Pero no iguales
pero siempre mujeres
¿cuál escoges tú?
Fainoly Cardenas