Me acaricias cada espacio, cada rincón, cada pliegue de mi cuerpo y de mí ser, de los más recónditos y ocultos, bajas por mi cuerpo hasta ver los erizados bellos de mi pubis, esa mi selva ansiosa, de deseo y de placer, pero tus delicados dedos, se mueven cuan bella danza infinita de amor, que me quita el sentido y me excita, como si me derritiera de ardiente placer, entre tus brazos y eso me excita.
Tu cuerpo húmedo aun por el sudor, aun así era incapaz de poder controlar, esas maravillosas oleadas de pasión, son tan pasionales que los orgasmos son: continuados que tu cuerpo siente y llegando hasta perder los sentidos, entonces fue cuando tus jugosos, dulces y deleitantes fluidos, se mezclaban con los míos, hasta hacerte llegar al éxtasis y así quedaban nuestros cuerpos unidos y extasiados de placer y deseo, hasta quedar: tendidos sobre la cama humedecida
Mis ojos miraban los tuyos y sentía, en mi corazón como si me pidieran, penetra dentro de mi cuerpo amor mío y siento que mi ser se encuentra cuan volcán en erupción a punto de reventar dejando, liberar su lava fogosa y candente.
Quiero que me acompañes amor a, dibujar esa orilla del bello camino, que por su vereda conduce a tu amor, para así poder esparcir mis semillas, en ese dulce, húmedo y fértil arenal, de tus entrañas donde el amor aflora y así pueda germinar en tu cálido, fogoso y sosegado manantial donde tus aguas profundas y apacibles emanan.