Te cuento nuestra experiencia de cuando viviamos sumergidos en el mundo del consumismo,
comenzábamos el mes de Diciembre dejando los pies en la calle para comprar todo lo que los
niños querían o lo que estaba de moda ese año, de paso reventábamos las tarjetas y quedábamos
endeudados para varios meses.
Un día pedí a Jehová Dios pusiera en mi boca las palabras precisas y necesarias para hacer comprender
a mi hijo y mi nuera , que estábamos viviendo una mentira y además les mentíamos a los niños,
diciéndoles que los regalos los traía un Señor disfrazado de rojo, por suerte me escucharon y entendieron
las razones expuestas y desde ese día vivimos sin carreras de fin de año, los niños reciben premios por
sus notas y durante todo el año están recibiendo premios por buen comportamiento y ellos elijen a su