La tristeza es como una telaraña
que no permite escapar y ser feliz.
Sin embargo, soy yo que elijo ser triste o no.
El mundo es como una obra teatral y yo decido
si voy a ser partícipe de la tristeza y del pesimismo
o quedaré al lado de la felicidad y optimismo.
Al darme cuenta de este poder que tengo
- el de quedar o no triste -
paso a dominar mi propia vida y mis emociones.
Hoy, ten la percepción del mundo
como una obra teatral.
Se feliz, muy feliz.
Desconozco autor