Con el amor sonámbulo o dormido, vas al encuentro de caricias mudas, subyugado el sentir por el sentido, y en torno al árbol del placer te anudas; profundiza en la cuenca de tu oído su voz sedosa al par que te desnudas, y se desatan claros manantiales, floreciendo en tu piel rosas carnales.
Brevería Nº 1019
Religión del sentido
Voy a ungirte de aceites y fragancias trazándote arabescos con la mano, en hábil precisión de cirujano versado en simas y protuberancias.
Calibraré en la tarde tus distancias, de la alta cúpula al rincón arcano, y tu dulce animal, tu ser humano, rondarán en la noche mis estancias.
Mi cuerpo en amplio templo se improvisa, yo sacerdote, tú sacerdotisa, que el protocolo del amor festejan.
El incienso que se alza en espirales, las salmodias, el arpa, los timbales, en las retinas de ambos se reflejan.