besarte entre murmullos, acariciar tu cuerpo plagado de miradas, ahogarme en tu sonrisa, plena de sueños y deseos, en el océano cálido que recorre tu cuerpo.
No puede ser delito amarte viviendo en tu palpitar, tendido en tus caricias de mar y cielo, en nuestro mundo solitario, de verdades y de misterios, creadome tu imagen.