Bebed. Dice el amor junto a la fuente
Cuya corriente clara dice también: "Bebed"
Y como a cada sorbo tu sed es diferente
Al secarse la fuente, tendrás la misma sed.
Sonríe, jardinera que en surco te inclinas
Y buscas el secreto profundo de las cosas.
No pienses que las rosas se afean con espinas,
Sino que las espinas se embellecen con rosas.
Jugué al amor contigo con vanidad tan vana,
Que marqué con la uña los naipes que te di.
Y en este extraño juego donde pierde el que gana
Gané tan tristemente, que te he perdido a ti.
Fue un amor del que apenas quedaría
Lo que queda del viento cuando el viento pasó.
Y yo doblo la almohada como tú, todavía,
Y tú marcas los libros, a veces, como yo.