Si en el vacío de la nada, despertase tan sólo un sentir análogo al mío; entrante serían mis ojos a tus pupilas, entrante serían mis pecados pertinentes a los tuyos inocentes.
Si tu voz acariciase blancamente lo áspero de mi faz, y el viento se tornase turbulento cuando tú no estás, una mirada perdida en el centro de tus ojos hallarás, más un alba mío, dentro de un recuerdo tuyo, habitará.
Si el cielo nos mirara. Si el cielo dejará de mirarme solo. Si se hundiera, por celos la tierra, tratando de tragarnos. Porque un silencio eterno se rompió. Porque un manto negro de nieve se cubrió, realmente porque llegaste