Necesito escuchar el silencio
de tu voz en la distancia.
Necesito sentir el fervor
de tus labios posando en los míos,
sentir que tus caricias
alivian mis heridas.
Necesito creer que mis lágrimas
son causa de preocupación.
Necesito encontrarte
en cada paso que doy,
sentirte en cada suspiro.
Necesito perderme en tu mirada,
envolverme en tu aire infantil.
Necesito sentir la calidez de tu piel
para recordar que aún estoy viva.
Necesito tu cuerpo junto al mío,
tu aliento recorriendo
mi alma desnuda...
que pide a gritos su libertad.
(De La Red)