Llegue y ame
He avanzado entre muslos diagonales,
columnas lubricas hospitalarias,
donde abismadas rutas secundarias
cruzan a veces sendas principales.
Me detuve a beber en manantiales
de convulsivas aguas, en las varias,
�ntimas franjas, zonas solitarias,
susceptibles de audacias sensoriales.
Llegue y ame; no fui disminuido
por mente animica o pudor fingido;
todo ofrecido fue, todo aceptado
en absoluta desnudez, desierta
de ajenas sombras, como quien despierta
inesperadamente a nuestro lado.
Cantabria, 21 de mayo de 2007
Soneto Nº 1697