Aunque mis colmillos sean de marfíl, mis labios son de seda... jamás dañaría tu cuello mordiendo de forma salvaje, a no se que me lo suplicaras...
¿¿Como puedo aparterme de las sombras, sí es eso lo que soy??
Una sombra en la noche, al otro lado del atlántico, donde nos separan miles de amaneceres...
No sueñes conmigo ni con mis labios. Si me mostrara ante tí, confesando mi pecado, te daría a beber mi sangre, y aun no estoy preparada.... Acabo de nacer en este mundo de oscuridad y sombras, y mi camino apenas se ha iniciado.
Me buscas, me reclamas, ¿¿Quien eres tu que te proclamas mi enemigo??
Te buscaré en tu noche y te reclamaré como mío; espérame en lo mas profundo de tus sueños, allí donde la realidad nunca llega, donde todo es bruma y recuerdo....
Cuando despiertes en tu amanecer, quedarán las sábanas húmedas como únicos testigos de mí presencia.....