** NOSOTROS **
Nosotros, que fuimos tan sabios, tan estéreos, tan anchos en lo largo y en el admitir tan estrechos.
Cometas suicidas que quisieron volar sin guía ni viento.
Fuimos savia de tallo cuando lo requirió el momento; vaivén, adicción, núcleo, codicia, capricho;
credo sin fe y rezo sin credo; horizonte de todas nuestras direcciones;
remedio de mis ansiedades y manual de tus tentaciones;
última tinta del tintero de nuestro deseo, lugar que sin sabernos supimos que era el nuestro.
El amor se nos encalló sin posibilidad de llegar a puerto, y aunque callen los silencios
lo que abrasa por dentro, mis ganas siguen guardando en mi adentro: tu natural aroma,
tu azul mirada auscultando mi alma, tu caminar, tus gestos…
Tú, sendero extensible de destino contrapuesto. Tanto acoracé lo nuestro,
que ya no pude sacarlo de su arresto.
Yo, la que desnudé lo que con recelo abrigabas, la que aceleré tus prisas y alargué tus pausas
respetando tus modos y tiempos en los que me amabas. Siento que no está todo dicho;
que vocea hasta doler algo interno; que no puedo parar la continuidad que atropella
todas las barricadas con las que intento detener el sentimiento.
Ya no sueño, son los sueños los que me sueñan cuando por fin duermo.
Viento que te crucé fui, y hoy, sin coordenada acertada deambula mi vivir.
Ya no suman los restos, ni los soles que parimos nos alumbran ni a mí ni a ti.
Sí, de ti hablo, domador del destino que no pudo domarme a mí.
Hoy es veintitrés en mi calendario, fecha y víspera de tres onomásticas por las que a veces brindé…
y otras sufrí.
De lo que tuvimos ya no tenemos nada: regazo a la medida de nuestras ganas;
ternuras, sueños, ansias trenzadas; sabernos en la viceversa de que por interesarme algo,
a ti te interesaba. Pero las dudas ganaron a las ganas, y las ternuras con los sueños
se suicidaban, perdiendo los dos la batalla que creímos ganada.
Cuando nada importas a quien tanto te importa, ¡qué importa ya nada!
.Autora Geles Calderón.