El día miércoles me recuerda a una compañera de trabajo: llegaba feliz por la mañana porque era justo la mitad de la semana, o sea, había transcurrido el tiempo preciso para añorar el viernes y el fin de la esclavitud semanal... lo que resultaba bastante amargo para los sufridos trabajadores a la fuerza que tenían que recordar y calcular cuántos años faltaban aún para la jubilación. Pero las AFP nos volvieron a la realidad a quienes estábamos amarrados al nuevo sistema: jubilar con el 40% (o menos) del promedio del sueldo de los últimos 10 años de trabajo...
Bueno, no importa, ya estamos sumergidos en la realidad y hay que mirarla con lentes rosados y no ver lo que realmente ocurre a nuestro alrededor.
¡Salud por la sobrevivencia!