... La noche del miércoles, como todos los miércoles,
los padres se fueron al cine. Los niños, dueños y señores de la casa,
cerraron puertas y ventanas, y rompieron
la bombilla encendida de una lámpara de la sala.
Un chorro de luz dorada y fresca como el agua empezó a salir de la bombilla rota,
y lo dejaron correr hasta que el nivel llego a cuatro palmos.
Entonces cortaron la corriente, sacaron el bote,
y navegaron a placer por entre las islas de la casa.
Esta aventura fabulosa fue el resultado de una ligereza mía
cuando participaba en un seminario
sobre la poesía de los utensilios domésticos.
Totó me preguntó cómo era que la luz se encendía con sólo apretar un botón,
y yo no tuve el valor de pensarlo dos veces.
-La luz es como el agua -le contesté:
uno abre el grifo, y sale.
Pero la luz es mucho mas que eso.
GABRIEL GARCIA MARQUEZ, La luz es como el agua.