Lentitud - "PORTAL CHILENO"

Lentitud, una virtud

Hoy el tiempo es más lento...

mientras el resto corre desalado tras algo que no podemos adivinar, "mi" tiempo es algo que puedo degustar, acariciar, regalonear, a mi antojo...
Decididamente esto de "no correr", no nos hace más tontos, inhábiles, ni perezosos... simplemente ya aprendimos que este tiempo está a nuestro favor, para vivirlo, mimarlo y hasta regalonearlo, como algo muy preciado. Es que pocos entienden que sentimos el tiempo como algo que está suspendido en el aire y así nos hace llevar otro ritmo.
Todos corren como queriendo alcanzar un gran premio... viven la inquietud de ser bólidos siempre ligados a su meta.
El paso del tiempo te enseñó a cultivar la lentitud como un como un tesoro, para hablar pensar, soñar, rezar? siempre despacio, con deleite... porque si corriéramos, como podríamos paladear el trato con DIOS y los que nos rodean, degustar la amistad y el amor
Bendita lentitud, que nos aparta de las prisas, pero nos acerca a los sones de ese bolero inolvidable? reloj no marques las horas..." así disfruto, sentada aquí al PC. mientras pienso que hubo un tiempo en que también corrí llena de prisas y obligaciones que a veces yo misma me impuse, o inventé? Porque a veces dudo si fue tan necesario ... habrá sido verdad que para vivir tenía que olvidar el yo ?

¿habrá sido verdad que para vivir tenía que olvidar el yo ?

Me quedo con esa frase en especial, para recordar las situaciones especiales donde sentimos diluirse el yo en medio de un todo. Por ejemplo, cuando se canta en un coro, cuando se hace una secuencia de tai chi, junto a un grupo de personas, cuando se medita con varios otros. En una sensación maravillosa.

Bendita calma, dentro de todas las maravillas que dicen Diana y Laura yo le agrego HACER NADA....... y sin culpa, también dormir siesta que lo tenía " prohibido " desde chica porrque mi mamá decía que los flojos dormian siestas y luego trabajando tantos años fuera de la casa, recién a los 56 cuando jubilé las puedo disfrutar.

Sole, qué rico se siente poder estar tranquila sin el peso de tantas obligaciones ! te lo digo yo, que vivía presa de ansiedad durante todo mi matrimonio, ansiedad por tratar de ser excelente como madre, la mejor dueña de casa, la que va a todas las reuniones, ve la finanzas, la que maneja todos los hilos. O sea: la todo. La que en los ratitos desocupados , teje, y teje sweaters pantalones, chaquetas, mitones y un cuantuay , para mi niñitos, esperando que el marido durmiera para hacerlo, porque a él le molestaba en el alma verme en esa tarea. Pero, cómo me gustó ser la esclava de todo eso ! adoraba a ese hombre y mi clan infantil.

Laura: mas bien me refería a que por elección, me dejé a un lado, ya no leí más un libro. Recuerdo el todo como una especie de locura: multiplicándome para mis cinco hijos y mi marido; nada de amigas, nada de cosas propias. Así lo elegí. y estaba feliz, pero enloquecida. Lo recuerdo y me parece una exageración. No había las comodidades de hoy, no tuve empleadas. Ni siquiera parientes cerca.

Entonces hoy, me quedo en casa, haciendo lo que quiero con mis días, es cierto que tan pasiva me siento rara, pero todo lo nuevo es rico.

Después de los 35, que era la última etapa para conseguir un nuevo trabajo, (despues estás obsoleta) mi jornada laboral de lunes a sábado era de 12 horas diarias.No quedaba tiempo para la vida personal ¿eso qué es? Sólo al llegar a los 59 años,en vísperas de la obligada jubilación, decidí trabajar sólo las horas legales ¡Que alivio! dejar de teñirme el pelo, de usar lentes de contacto,esos que me obligaban a cerrar las ventanas del auto para que el viento no me los desplazara de lugar, y comenzar a pensar en todo aquello que había quedado colgando en el aire, esperando retomarlo alguna vez. Lástima, ya no podía mover las manos como antes, la osteoporosis se había instalado en ellas, pero algo se podía hacer aún, con lo que quedara vivo todavía. Y entonces, comencé a escribir sobre todo lo que había quedado flotando en el aire.

Si miro hacia atrás , también me veo viviendo apurada y tratando de cumplir en todo.

Recién la jubilación trajo esa bendita lentitud a mi vida. Aunque soy algo acelerada, ahora disfruto lo que antes no pude.